Andamos justos de genios....
El enigma sin fin, Salvador Dalí
Cuando algunos cantan "cualquier tiempo pasado fue peor", uno recuerda aquellas mañanas de domingo, cuando solía ir al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (sobre todo porque era gratis) y después se pasaba por la Cuesta de Moyano donde al final acababa comprando algún libro que no encontraba en ningún otro sitio y terminaba, como no, de tapas por Lavapiés..... qué tiempos!
Al principio uno se pasaba largo tiempo mirando el Guernica, luego admirándolo. Impresionante ese cuadro. Pero la locura, recuerdo bien, la alcancé viendo, que no comprendiendo, el método paranoico-crítico y más concretamente su doble figuración.
Siempre recordaré el día en que delante del cuadro llamado "El enigma sin fin" de Salvador Dalí, yo sólo veía un hermoso paisaje, una playa con unas montañas al fondo y una barca varada en la orilla. Sin embargo, un par de niños, mocosos díria yo, veían cosas que yo nunca podía imaginar. Para ellos las montañas se transformaban en un filósofo pensando con la mano apoyada en la cara, un galgo, tomando como pata delantera la quilla del abarca, a su vez, decían, la barca era la barriga de una mandolina, y la mujer sentada era la peana de un frutero con peras y a la vez era una rostro (nariz, boca y barbilla) cuyos ojos están formados por dos pequeñas barcas. Increíble pensaba yo, pero ellos seguían viendo más, seguían viendo como la mujer remendaba las redes de la baca que a su vez era la pata de un caballo o un monstruo alado.
Mi redención llegó cuando un niño le preguntó al otro quién sería la mujer de la derecha. Yo altivo y orgulloso les respondí: "Esa es Gala chicos, esa es Gala". Y es que..... benditos locos bajitos.
1 comentario
acróbatas -
Gracias por las vibraciones.
Un beso.
Pd: Ah, y no leeré el libro :P