Dichosas vacaciones...
Uno con tantas vacaciones y sin un duro en el bolsillo tiene que ideárselas para mantener el cuerpo y la mente ocupados.
El cuerpo.... tirado en la piscina tomando el sol (sólo un poco) y de chapuzón en chapuzón.
La mente... con un agujero en el bolsillo lo mejor es ir a la biblioteca del barrio y sacar de allí algunos títulos interesantes. Acabo de leer y devolver El húsar de Arturo Pérez-Reverte, a cambio de llevarme conmigo Mala gente que camina de Benjamín Prado, Como agua para chocolate de Laura Esquivel y El disputado voto del señor Cayo, del que ya llevo la mitad, de Miguel Delibes, próximo Premio Nobel de Literatura, y si no, al tiempo.
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