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El ambigú

El Bosco, ¿un pintor hereje?

El Bosco, ¿un pintor hereje?

La creación del mundo (El jardín de las delicias) - El Bosco

Hace más de 500 años un pintor llamado Hyeromimus van Acken (El Bosco) realizó un misterioso tríptico compuesto por tres tablillas: el jardín del édén, el jardín de las delicias (donde están representados todos los pecados de la Tierra, muy especialmente el de la lujuria) y el infierno. Pero este tríptico que en la actualidad se puede ver en el Museo del Prado de Madrid es aún más misterioso cuando aparece cerrado y nos muestra La creación del mundo.

Hace unos días un amigo me entregó en mano un libro y me lo recomendó fervientemente. Se titulaba Camposanto de Iker Jiménez. "¿Pero éste no es el que sale en la tele y tiene un programa de radio de cosas extrañas, paranormales y demás?, le pregunté. "Sí, ése mismo". Abrí el libro y ojeé las páginas disimulando que me interesaba, "esto no me lo leo ni de coña", pensé (no creo es esas cosas) y cuando se lo fui a devolver amablemente mi amigo había desaparecido. Ayer después de habérmelo leído, y todavía con el miedo en el cuerpo, se lo devolví, no nos dijimos nada, el libro y los cuadros de El Bosco lo habían dicho todo.

El libro trata sobre la extraña vida de El Bosco y de las misteriosas pinturas que han llegado hasta nosotros salvándose de la quema, no como otras por considerarlas herejías. De cómo Felipe II, el rey más poderoso de su época, mandó comprar muchas de sus obras para exponerlas en el Monasterio de El Escorial. De cómo Hyeronimus van Acken pudo pertenecer a alguna secta adamítica como los Hermanos del Libre Espíritu. Y de cómo la Iglesia, con la Santa Inquisición al frente, persiguió a los herejes acabando en la quema con los Hermanos del Libre Espíritu. Puede que algúnos Hermanos estén aún presentes en nuestros días para descubrir los secretos del Maestro, la Iglesia no descansará hasta encontrarlos...

Oh magister, imprimatur anima invocat...

1 comentario

acróbatas -

Yo también se lo hubiese devuelto sin leerlo... pero a veces pica el gusanillo, ¿no? Además, El Bosco siempre será El Bosco.

No sé si lo leeré, me has dejado con las ganas pero hace tiempo que dejé un poco de lado la novele histórica porque también hubo una temporada en la que devoraba, uno tras otro, libros de este tipo...

Mmmmm, no sé, no sé...

Un beso!